EPOCA ROMANA

Empotrada entre los sillares de la ermita de Santa Bárbara fue hallada en 1960 una estela funeraria romana (hoy en el Museo de Navarra) de unos 125 cms. de altura con texto y caracteres latinos y figuras labradas, fechable entre los siglos II y III DC y con estrecha relación, según han puesto de manifiesto los filólogos, con el euskara antiguo:

VMMESA HARFI
NAR.HUN. GE. SI. A.BI.
SVN. HA. RI. FI. LIO
ANN. XXV. T.P. S.S.

Marcos Pous («P. de V.», 1960, 331) ofrece las siguientes lecturas: 1 ) Ummesa Har(i) fi(lius) / Narhungesi Abi/sun Hari filio / ann (orum) XXV t(itulum) p(osuit) s(umptu) s(uo). En este caso la identidad de filiación debe seguramente interpretarse en el sentido de que entre ambos personajes existe una estrecha relación de parentesco: Ummesa hijo (o hija) de Haro (o Hario) dedica a su hermano (o primo) Narhungesio Abisun hijo de Haro (o Hario). 2) Umme/sa Har(i) fi(lius) / Narhungesi Abi / Sunhari filio / ann (orum) XXV t(itulum) p(osuit) s(umptu) s(uo). Una relación más estrecha del celta y el euskara que con el latín y el ibero es la característica a resaltar según este autor. «Todo ello nos indica -dice- una cierta continuidad regional en plena época romana del estado lingüístico anterior a la romanización de esta zona navarra ocupada por los vascones de las fuentes clásicas, por lo menos en lo que a onomástica personal se refiere. La fórmula indudablemente romana de la inscripción funeraria, y la presencia de otras inscripciones y restos romanos en la misma región próxima a Lerga, por una parte, y la continuidad señalada de antropónimos prelatinos por otra, quizás sean un indicio positivo de la existencia de hablantes bilingües en esa zona navarra en plena época romana»

 

EPOCA MEDIEVAL

El señorío del lugar fue donado por Juan II de Aragón a Ogerot de Agramont. Posteriormente pasó al realengo y en 1556 fue libertado de cuarteles con obligación de mantener el pueblo la fortaleza a sus expensas. Esta consistía -según Altadill- en un cerco amurallado y una torre atalaya, de la cual los restos perduraban a mitad de la pasada centuria y se hallan en una eminencia del monte Induri, a la vista del pueblo. El escudo de éste ostenta las emblemáticas cadenas en memoria de haber acompañado una mesnada de Lerga al rey D. Sancho el Fuerte, bajo el mando del noble que ejercía el señorío, para tomar parte en la batalla de las Navas de Tolosa. Los residuos de fortificación pudieron pertenecer a la jurisdicción de Gallipenzo, aun hallándose poco cercanos a Lerga, pero de todas suertes debemos registrar otras dos fortalezas más claramente afectas a Lerga; una de las cuales conserva todavía los fosos que retienen las aguas invernales hasta el verano; la otra menos elevada pero más derruida no merece mención minuciosa y sí tan sólo apuntarse que entre una y otra dominan las vías que se dirigen a Olite, Tafalla y Sangüesa, datando a nuestro juicio del siglo XIII en su primera mitad.